En los últimos años, el rol del líder ha evolucionado significativamente. A medida que las empresas buscan adaptarse a un mundo en donde lo único constante es el cambio, los líderes necesitan ser capaces de liderar con agilidad, flexibilidad, con una mejor comunicación y una mejor gestión de sus equipos de trabajo.

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Todo esto requiere un nuevo mindset del liderazgo que esté enfocado en la colaboración, la innovación, el desarrollo del equipo y por supuesto, el generar espacios desde la confianza, manteniendo conversaciones constantes que aunque en ocasiones pueden ser “difíciles”, abren el camino para las soluciones y para el logro de los objetivos.

En este nuevo mindset, los líderes deben ser capaces de trabajar con su equipo de manera efectiva, fomentando una cultura de colaboración y sobre todo, de comunicación abierta y efectiva, en donde se enfoquen en el desarrollo del equipo, ayudándolo a crecer y mejorar.

Para esto, como líder requieres ser capaz de abordar conversaciones generativas con tu equipo y para mantener a la empresa en la dirección correcta.

Veamos qué tipo de conversaciones necesitas tener con tu equipo:

  1. Retroalimentación constructiva: Comunicar al equipo tanto sus fortalezas como sus áreas de mejora, siendo específicos en la retroalimentación y estando dispuestos a escuchar la perspectiva de su equipo. No se trata solo de dar, sino también de estar dispuesto a escuchar, recibir y aprender de lo que el equipo tiene para decirte.
  2. Gestión de conflictos: Manejar situaciones difíciles de manera efectiva, sin ignorar los problemas, siendo justos y objetivos al abordar los conflictos y trabajar con el equipo para encontrar una solución. Esto implica entender la diferencia en tipos de conductas, comportamientos, liderazgos y cómo cada uno puede aportar al objetivo organizacional; incluso, implica que como líder sepas cómo comunicarte con los demás, dependiendo de cómo necesitan ellos que tú te comuniques.
  3. Rendimiento y responsabilidad: Aclarar expectativas y objetivos del equipo, proporcionando retroalimentación sobre el progreso hacia esos objetivos. Reconoce lo que se ha venido haciendo bien, lo que se ha hecho que no funciona, lo que no se ha hecho que necesitan comenzar a hacer. Esto les permitirá reconocer el punto donde están e ir haciendo ajustes a medida de que el proyecto se va realizando y así, construyes con el equipo posibles soluciones que antes no veían.

Hemos visto que muchos líderes encuentran varias razones por las cuales les resulta difícil dar retroalimentación constructiva a su equipo:

  • Miedo al conflicto: Algunos líderes temen que la retroalimentación constructiva pueda generar conflictos o tensiones en el equipo. A menudo, prefieren evitar la situación para mantener la armonía en el equipo.
  • Preocupación por la reacción: Los líderes pueden preocuparse por la forma en que su equipo reaccionará a la retroalimentación constructiva. Temen que su equipo pueda sentirse herido o resentido por sus comentarios y que esto pueda afectar la relación de trabajo.
  • Falta de habilidades: Los líderes pueden no estar seguros de cómo dar retroalimentación constructiva de manera efectiva. Pueden tener dificultades para encontrar el equilibrio adecuado entre ser honestos y ser respetuosos y considerados con los sentimientos de su equipo.
  • Falta de tiempo: Los líderes pueden estar ocupados y tener muchas tareas que realizar, lo que puede hacer que la retroalimentación se convierta en una tarea de baja prioridad. Pueden sentir que simplemente no tienen suficiente tiempo para dedicar a esta actividad con su equipo.

El nuevo mindset del liderazgo se enfoca en una mayor empatía y conexión con los miembros del equipo, y en la creación de una cultura organizacional más inclusiva y colaborativa.

Por tal razón, invitamos a los líderes a que exploren temas como el Coaching, las metas y planes de acción, la Influencia y el impacto del lenguaje, la Escucha activa y efectiva, el Poder de las preguntas, los Modelos mentales, la Inteligencia emocional, y la Alineación de equipos de trabajo; habilidades que permitirán gestionar de mejor manera el liderazgo y por ende, redundará en los buenos resultados organizacionales.

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