Las conversaciones tienen el poder de transformar personas y organizaciones. Entre las herramientas más poderosas para impulsar el desarrollo personal y organizacional, destacan el feedback y el feedforward: dos enfoques que, aunque diferentes, son complementarios.

Para iniciar definamos cada uno.

¿Qué es el Feedback?

Es una herramienta de comunicación que permite reflexionar sobre acciones pasadas, identificando fortalezas y áreas de mejora. Su propósito principal es aprender del pasado para mejorar el desempeño futuro. Generalmente se centra en hechos concretos, basados en comportamientos observables, proporciona una valoración sobre lo que se hizo bien o mal y busca ajustar comportamientos específicos.

Beneficios del Feedback

1. Refuerza comportamientos positivos: Al destacar las acciones que generaron resultados exitosos, este ayuda a que las personas reconozcan sus fortalezas y las repliquen en el futuro. Esto no solo mejora el desempeño individual, sino que también crea una cultura de reconocimiento que motiva a los equipos y aumenta la confianza en sus habilidades.
2. Claridad sobre las expectativas: Muchas veces, los colaboradores no logran rendir al máximo porque no comprenden completamente qué se espera de ellos. El feedback permite aclarar dudas, alinear objetivos y definir metas específicas, reduciendo malentendidos y aumentando la productividad.
3. Identifica áreas de mejora con precisión: Ayuda a señalar puntos ciegos en el desempeño, lo que permite a las personas ser conscientes de los comportamientos o actitudes que pueden estar limitando su crecimiento. Esto impulsa un proceso de aprendizaje continuo y fomenta la adaptabilidad en un entorno cambiante.
4. Fortalece relaciones laborales: Cuando el feedback se comunica de manera efectiva, construye relaciones de confianza entre líderes y colaboradores. Una conversación honesta y respetuosa crea una conexión más sólida, lo que facilita la colaboración y el trabajo en equipo.

Y…

¿Qué es el Feedforward?

Es un enfoque proactivo que se centra en el futuro en lugar del pasado, busca generar posibilidades, ideas y mejoras con base en lo que ya ocurrió. Su esencia es brindar recomendaciones prácticas para el desarrollo continuo.

Beneficios del Feedforward

1. Fomenta una mentalidad de crecimiento: Al enfocarse en las oportunidades y en lo que es posible alcanzar, estimula una visión proactiva y positiva del desarrollo profesional. Esto inspira a las personas a buscar formas innovadoras de mejorar y de potenciar sus fortalezas.
2. Facilita la apertura al cambio: Al centrar las conversaciones en soluciones futuras y posibilidades, genera un ambiente receptivo y motivador lo que permite que los colaboradores se sientan más dispuestos a adoptar nuevas prácticas o explorar formas diferentes de hacer las cosas.
3. Impulsa el aprendizaje continuo: Fomenta un espacio de descubrimiento en el que las personas pueden identificar nuevas estrategias, habilidades y comportamientos que los acerquen a sus objetivos.

Ahora bien, ¿Cómo saber cuándo utilizar cada una de estas herramientas?, ambos son útiles, pero el contexto determina cuál es más efectivo.

El feedback es ideal en situaciones donde se requiere evaluar y analizar resultados ya obtenidos, identificando qué funcionó bien y qué áreas necesitan ajustes. Por ejemplo, en una evaluación de desempeño, el feedback permite al colaborador comprender cómo sus acciones impactaron los resultados organizacionales. También es útil cuando se busca reforzar comportamientos positivos, como destacar el éxito de un proyecto bien ejecutado, o cuando se deben abordar aspectos puntuales que requieren mejora para evitar que se repitan en el futuro.

El feedforward es más efectivo cuando el objetivo principal es orientar y guiar  hacia el logro de nuevas metas o desafíos. Es especialmente útil en procesos de planificación, desarrollo de habilidades o cuando se busca motivar a alguien para alcanzar su máximo potencial. En lugar de mirar al pasado, el feedforward invita a explorar opciones y estrategias que puedan marcar la diferencia en el futuro.

En muchas ocasiones, es necesario combinar ambos enfoques para obtener un impacto más completo. Por ejemplo, después de la entrega de un proyecto, se puede usar feedback para evaluar los resultados obtenidos y feedforward para preparar al equipo para próximos retos. Este balance permite aprender del pasado mientras se planifica estratégicamente el futuro.

Ambas son herramientas complementarias que, cuando se usan correctamente, pueden transformar la dinámica de un equipo y potenciar el crecimiento individual y organizacional.

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