Llevando esta pregunta al liderazgo de nuestras vidas, pensando en un liderazgo que va más allá de tener personal a cargo en una empresa, podemos ver que las personas que aspiramos ser, nos llevan a darle importancia al ser Buena Persona, esa persona que se entiende a sí misma, a los demás, esa persona que es flexible para aprender o desaprender.
Una persona que deja un legado en las personas con huellas de aprendizaje, dejando “huellas bonitas” en las personas con quienes se relaciona. Aspiramos a poder dejar enseñanzas en los demás, recuerdos al impactar y haber podido ayudar a la vida de las personas. Esa ayuda que haya aportado al crecimiento del otro como ser humano.
Un líder que pueda confiar, ver el potencial, estar presente, escuchar, retroalimentar y potenciar a otros.