Como líder, es importante reconocer que siempre hay espacio para crecer y mejorar, parándonos desde el reconocer que somos “aprendices eternos de nuestra vida y de nuestro liderazgo” y que es probable que haya áreas en las que puedas mejorar tu liderazgo.
A continuación, presentamos algunas ideas sobre lo que podrías estar haciendo bien y lo que podrías mejorar en tu liderazgo.
Lo que estás haciendo bien.
Antes de abordar lo que le falta a tu liderazgo, es importante reconocer las fortalezas que ya tienes. Pregúntate:
- ¿Qué es lo que te ha llevado al éxito hasta ahora?
- ¿Qué has hecho bien, que te gustaría seguir haciendo?
Tal vez eres un buen comunicador, capaz de explicar tus ideas de manera clara y concisa… o tal vez eres un gran inspirador, capaz de inspirar a tu equipo a dar lo mejor de sí mismos… O tal vez eres muy organizado, lo que te permite mantener a tu equipo enfocado y en el buen camino.
Al identificar tus fortalezas como líder, puedes construir sobre ellas para mejorar aún más tu liderazgo.
Ahora bien, así como hay cosas por reconocer y seguir haciendo, también hay cosas que te permitirán seguir creciendo como líder.
Veamos…
Lo que podrías mejorar.
Aunque es importante reconocer tus fortalezas, también es importante ser honesto contigo mismo acerca de las áreas en las que podrías mejorar. Aquí hay algunas áreas comunes que los líderes a menudo luchan:
- Falta de delegación. ¿Crees que nadie puede hacer el trabajo tan bien como tú? Si la respuesta es sí, esto te está llevando a asumir demasiadas responsabilidades, probablemente te estás sobrecargando, aumentando tu propio estrés y adicional, estás limitando el crecimiento de las personas que tienes a cargo.
- Falta de escucha. ¿Prefieres hablar en lugar de escuchar? Si la respuesta es sí, tal vez no estás escuchando a tu equipo y te estás perdiendo la oportunidad de aprender de ellos y poder identificar las habilidades que puedan complementarte y complementar todos los proyectos
- Falta de confianza. ¿Te da miedo tomar decisiones? A veces, los líderes luchan con la toma de decisiones porque tienen miedo de fallar y esto en ocasiones está directamente relacionado con la falta de confianza en sí mismos, en sus habilidades, sus talentos y competencias… pero también, relacionado con los “enemigos del aprendizaje” (de los cuales te prometemos, hablaremos en otro blog).
- Falta de empatía. Los líderes a menudo tienen agendas apretadas y están enfocados en alcanzar los objetivos. Pero si no te tomas el tiempo para conectarte con tu equipo en un nivel personal, es posible que no comprendas sus necesidades o desafíos, lo que podría afectar negativamente su moral y su productividad.
En resumen, como líder jamás serás “un producto terminado”, Tendrás fortalezas y también muchas áreas en las que puedes mejorar. Reconocerte en estos dos aspectos es un primer paso importante para hacer crecer tu liderazgo.
Al identificar las áreas que necesitan mejora, puedes trabajar en ellas para convertirte en un líder aún más efectivo e influyente.
¡Un lenguaje influyente puede llevarte a un siguiente nivel en tu liderazgo!